Menos de un año ha tardado Laura Gallego en publicar su nueva trilogía, Guardianes de la Ciudadela. La misión de Rox llega para poner el broche de oro al peligroso mundo que la autora nos describió en El bestiario de Axlin y El secreto de Xein; un libro donde los misterios se resuelven y donde encajan todas las piezas. ¿Lo comentamos, exploradores?
Ficha
Título: La misión de Rox
Guardianes de la Ciudadela // Libro 3
Autora: Laura Gallego
Editorial: Montena
Nº de páginas: 702
Año de publicación: 2019
Género: Fantasía/Aventuras
Comprar: Tapa dura (18’95€) / Ebook (8’99€)
La Senda del Manantial
Empezamos con Rox a punto de atravesar el Puente de los Chillones para ir a las tierras del oeste, e investigar así el enclave habitado por Guardianes. Esta es interceptada por Aldrix, un Guardián de la División Oro que decide acompañarla en su búsqueda. Mientras, Xein llega a la Última Frontera y descubre por qué es un lugar tan peligroso: los Guardianes allí se enfrentan a monstruos colosales.
En la Ciudadela, Axlin y Loxan siguen con su plan de partir en busca de Xein, al tiempo que descubren un movimiento filosófico: la Senda del Manantial. La bibliotecaria y el buhonero, junto a Dex, Kenxi y Oxiana, se verán envueltos en un nuevo misterio que podría rebelar el origen de los monstruos y la forma de salvar su mundo devastado.
La misión de Rox es un libro bastante más largo que El bestiario de Axlin y El secreto de Xein. En esta tercera parte de Guardianes de la Ciudadela Laura Gallego nos desvela el origen de los monstruos mediante los descubrimientos de los distintos personajes. La misión de Rox es un libro coral, donde contamos no solo con los puntos de vista de Axlin y Xein, sino también de la Guardiana Rox y Dex, el mejor amigo de la joven bibliotecaria.
Las piezas del rompecabezas
Uno de los mayores puntos de Laura Gallego es su habilidad para hacer encajar todas las piezas de sus mundos ficticios, y Guardianes de la Ciudadela no iba a ser una excepción. Dije en mi reseña de El secreto de Xein que me daba la sensación de que la autora había rebelado ya los mayores misterios de su nueva trilogía, ¡y no podía estar más equivocado!
Detalles que en un principio parecen no tener importancia, cobran protagonismo conforme avanzan las páginas; la mitología se conecta con los flashbacks del pasado y los descubrimientos que hace Axlin a lo largo de su travesía (atentos a toda la trama de la Senda del Manantial). Todo encaja a la perfección, notándose que Laura tenía bien pensada la historia cuando empezó a escribirla. No hay paso en falso, nada improvisado ni puesto al azar. Todo tiene un por qué y una explicación lógica.
Evolución en los personajes
También nos tiene Laura acostumbrados a ello, pero no por ello voy a dejar de destacarlo: la evolución de los personajes es notable, haciéndolos tan reales como si nos estuviésemos reencontrando con viejos conocidos. Siempre destacaré a Axlin, una de las mejores protagonistas de la autora valenciana: tan curiosa, tenaz e indomable. Pero en esta ocasión también resalta Rox, la Guardiana de la División Plata. Conocer su pasado, sus orígenes, y ver cómo su misión la hace cambiar de perspectiva ante el mundo y la Guardia de la Ciudadela me ha encantado. Rox queda perfectamente humanizada.
Dex y sus conflictos amorosos han sido otro punto fuerte del libro. Mucho se criticó a Laura Gallego por no querer forzar relaciones homosexuales en sus novelas, pero esta la ha llevado con soltura y mucha naturalidad; sin sentirse relleno, uniendo la trama perfectamente con los descubrimientos y dejándonos ver, por fin, con más profundidad la aristocracia y política de la Ciudadela. ¡Punto para Laura!
Axlin y Xein
Es posible que Rox haya llegado a tener más importancia en este libro que el mismísimo Xein, pero el Guardián y Axlin son los protagonistas indiscutibles de la trilogía; así como su historia de amor. Me han gustado mucho sus escenas juntos, tanto o más de lo que me gustaron sus escenas en el segundo libro. Y el romance se ha desarrollado de forma satisfactoria en todo momento (exasperante, eso sí, puesto que el pobre de Xein en este libro ha estado más depresivo que de costumbre debido al secreto que descubrió en el anterior volumen).
También, gracias a esta trama, se descubre algo nuevo con respecto a la condición de los Guardianes y Guardianas; el auténtico motivo por el cual la Guardia prohíbe las relaciones a sus miembros. No encontramos escenas empalagosas, sin embargo, pero sí un puñado de momentos para fangirlear y sufrir con ambos. De los romances mejor llevados de Laura Gallego.
Aspectos negativos
Pocas veces me topo con un libro sin aspectos negativos, y he de reconocer que en La misión de Rox, a pesar de corregir las faltas que sentí en El bestiario de Axlin y El secreto de Xein (los cambios bruscos de protagonismo, limitación en puntos de vista, falta de profundidad en la política de la Ciudadela…,) siento que algunas revelaciones se han desarrollado de forma un tanto fortuita. Es decir, varios de los sucesos han dependido mucho de las casualidades; de que los personajes se encontrasen en el lugar indicado en el momento preciso.
Es cierto que la literatura bebe mucho de las casualidades, y no ha sido así en todas las revelaciones de La misión de Rox. Pero sí han habido un par o tres en las que la casualidad chirría un poco. También esperaba más acción, o quizás un mayor contraste entre las aldeas del oeste y las Tierras Civilizadas. Siento que los pasajes han tenido menos importancia esta vez, y Laura se ha centrado mucho en los personajes y los misterios.
El final
Sin hacer spoilers, confieso que el final me ha gustado bastante; aunque tampoco es de los mejores que ha escrito Laura Gallego (pues tiene otros desenlaces que realmente ponen la piel de gallina). Correcto y poco arriesgado a mi parecer. Bastante esperanzador, eso sí, a pesar de las desgracias que ocurren en los últimos capítulos. Los cuales, por cierto, mantienen en tensión a los lectores de un modo bastante acertado.
Eso sí, los recursos utilizados para el epílogo no han terminado de convencerme. Laura ya recurre a ellos en Donde los árboles cantan (donde queda más justificado debido a la naturaleza de la historia) y en OMNIA: Todo lo que puedas soñar (donde me decepcionó enormemente). En Guardianes de la Ciudadela no le ha quedado ni tan redondo como en Donde los árboles cantan ni tan desmejorado como en OMNIA. Pero no deja con insatisfacción, y la última escena no podía ser más tierna (mi vena fangirl se lo pasó pipa).
Me habría gustado finiquitar la trilogía de Guardianes de la Ciudadela con cinco puntos, pero he de ser coherente y no pasar por alto los aspectos negativos mencionados. Aún así, Laura Gallego cierra esta saga por todo lo alto, sin decepcionar y manteniendo estupendamente el nivel de El bestiario de Axlin y El secreto de Xein en esta tercera entrega. La misión de Rox corona la que es, a mi parecer, la mejor saga de Laura Gallego (con permiso de los Idhunitas). Atreveos a cruzar la frontera, exploradores, y descubrir los misterios para salvar este mundo. Pero tened cuidado, pues la verdad es una joya de múltiples facetas.