Espada y brujería, fantasía épica y fantasía heroica (tipos de fantasía #2)

En la anterior entrada de tipos de fantasía os comenté cuales son las dos grandes ramificaciones del género fantástico: la alta fantasía y la baja fantasía. En esta ocasión, vamos a centrarnos en tres subgéneros con muchas similitudes entre sí pertenecientes a la alta fantasía: el género espada y brujería, la fantasía épica y la fantasía heroica. ¿Qué tienen en común estos subgéneros y cómo podemos diferenciarlos?

Géneros que se solapan

Como ya dije anteriormente, el género fantástico tiene su origen en la mitología antigua, en el cúmulo de leyendas de distintas culturas y en los cantares de gesta aunque no fue hasta finales del siglo XVIII que empezó a dársele forma al género. Por ello, resulta comprensible que con el tiempo hayan surgido ciertos arquetipos que diversos autores han ido repitiendo en sus respectivas obras. No obstante, también es cierto que han ido apareciendo autores que han sabido dar un toque propio al género con elementos que, de nuevo con el tiempo, también se han convertido en arquetipos. Y así ocurre una y otra vez. Por eso mismo, cada vez tenemos nuevos géneros y subgéneros literarios que ayudan a distinguir los distintos tipos de historias que existen. Y seguramente dentro de varios años habrán surgido nuevos géneros que no habré llegado a mencionar en esta serie de entradas.

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Una novela puede contener varios subgéneros.

Todo esto conlleva que, a menudo, los distintos géneros y subgéneros se solapen entre sí, haciendo de sus diferencias algo difusas y complicando sobremanera la tarea de catalogar las obras literarias. Las fronteras que separan un libro de un subgénero a otro en ocasiones dependen de un único elemento, en otras, quizá, a interpretación del lector; y esto se debe a la enorme riqueza literaria que tenemos hoy en día.

Puede que sea dentro del género fantástico donde más problemas haya a la hora de catalogar (aunque la ciencia-ficción también tiene telita), especialmente cuando hablamos de tres de las grandes ramas de la alta fantasía: el género espada y brujería, la fantasía épica y la fantasía heroica. En muchos casos, encontramos los tres subgéneros en un mismo libro y se debe precisamente a esos tópicos fomentados por obras como la Leyenda Artúrica o la trilogía de El Señor de los Anillos. Veamos en qué consisten estas tres ramificaciones.

Espada y brujería

Las principales características de este subgénero presentan personajes armados con espadas, hachas, arcos o báculos (es decir, anteriores a las armas de fuego) que deben superar adversidades y luchar contra todo tipo de monstruos. Bien pueden suceder en un mundo completamente ficticio, o suceder en la Edad Media de nuestra historia. Y aquí es donde divergen las líneas que separan los distintos subgéneros, pues si bien para catalogar una obra como alta fantasía deba suceder en un mundo ficticio o paralelo al nuestro, una novela de espada y brujería puede suceder perfectamente en nuestro mundo, con escenarios reales y presentando elementos fantásticos. De igual modo que todos estos tipos de historias podrían llegar a ser fantasía épica si contienen suficiente grado de belicismo.

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Lo que diferencia estos tres subgéneros es el grado de epicidad o la ambientación de la historia.

La figura del héroe está también muy presente en la espada y brujería, ya que prácticamente sienta las bases del subgénero. En este sentido, tiene una clara similitud con el subgénero fantasía heroica, aunque la fantasía heroica no tiene por qué limitarse a escenarios ficticios o que rememoren a la Edad Media. La Leyenda Artúrica es el ejemplo más acertado para este género. También Crónicas de la Torre de Laura Gallego, la saga de La Espada de la Verdad de Terry Goodkind o las Crónicas de Dragonlance (estas dos últimas también se pueden catalogar como fantasía épica). Podemos incluir además Las Crónicas de Narnia como una saga del género para un público más joven.

Fantasía épica

La fantasía épica se caracteriza por narrar acontecimientos épicos o bélicos en un mundo ficticio o una época pasada de nuestra historia. Lo que diferencia este subgénero de la espada y brujería es el nivel de epicidad, y que la fantasía épica se somete mucho menos a la figura del héroe. Este subgénero, por lo general, acostumbra a narrar grandes guerras y, mediante la presentación de personajes, entornos y conflictos, el autor aprovecha para dar una lección de historia sobre el mundo en el que se desarrolla su obra. Por ello las novelas de fantasía épica acostumbran a ser obras densas, aunque hay claras excepciones como las novelas de El elfo oscuro.

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En fantasía épica solemos encontrar tramas de guerras y conspiraciones palaciegas.

Igual que en cualquier ramificación de la alta fantasía, en la fantasía épica encontramos seres sobrenaturales como elfos, enanos, trols, gigantes, sirenas, minotauros…, o cualquier tipo de criatura fantástica que se le ocurra a su autor. Otra característica de la fantasía épica es que suele presentar distintas culturas, a menudo con religiones y dioses propios e infinidad de leyendas dentro de sus obras. Las armas legendarias también son típicas de este subgénero (que a su vez son típicas también de la espada y brujería y la fantasía heroica). Como ejemplos tenemos la indiscutible obra de J.R.R. Tolkien, los libros de los Reinos Olvidados, Las Crónicas de Shannara de Terry Brooks o Memorias de Idhún de Laura Gallego.

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La anti-fantasía es una ramificación de la fantasía épica y a la vez un contrapunto.

Por otro lado, últimamente se empieza a hablar de otra ramificación de la fantasía épica denominada anti-fantasía épica impulsada por la obra de George R.R. Martin: Canción de Hielo y Fuego. Esta saga se caracteriza por centrarse más en los personajes y los juegos políticos que en la fantasía en sí. Un mundo donde la magia ha «muerto» y va resurgiendo poco a poco, en pequeñas dosis a lo largo de la saga. Sin embargo, no es incorrecto catalogar la obra de Martin como fantasía épica (y en este caso, no es heroica). También está la saga de Geralt de Rivia de Andrzej Spakowski como un tipo de fantasía épica peculiar.

Fantasía heroica

Decimos que una obra pertenece a la fantasía heroica cuando el personaje protagonista es un héroe y debe superar distintas adversidades (como he mencionado en espada y brujería) pero no se limita a los mundos ficticios: un libro puede pertenecer al subgénero fantasía urbana y a fantasía heroica a la vez. Vamos, que la principal característica de este subgénero es la figura del héroe, sea cual sea su entorno.

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El género heroico está también muy presente en la ciencia-ficción y la aventura.

Como fantasía heroica podríamos poner de ejemplos los libros de R.A. Salvatore (El elfo oscuro), Las Crónicas de Narnia, Harry Potter, Percy Jackson, Cuando me veas (de Laura Gallego), El hobbit…, todas ellas tienen en común la figura del héroe y los elementos fantásticos.

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No debemos confundir la figura del héroe con la del anti-héroe, cuya ética es más cuestionable.

Como veis, nuevamente se solapan las fronteras entre subgéneros y las obras que sirven de ejemplo para uno a menudo sirven de ejemplo para otro. Erróneamente se confunde mucho la fantasía heroica con la épica, o con la espada y brujería; pero como habéis podido ver en esta entrada, cada subgénero tiene elementos característicos propios.

Fuentes: Fantaciencia, Williamdarckgates.

4 comentarios sobre “Espada y brujería, fantasía épica y fantasía heroica (tipos de fantasía #2)”

  1. Las fronteras son difusas y los géneros fluyen. De hecho yo siempre he creido que la catalogación responde más a una necesidad propia de organizar y separar las cosas (así como un instrumento para facilitar su estudio) que a un requisito de la propia obra. ¿Por qué digo esto? Pues porque algunos de tus ejemplos yo los hubiese clasificado de forma distinta, jeje.
    Me ha gustado el artículo, muy buen trabajo. 😉
    Estaré esperando los próximos.

    1. Ese es el punto, todos los libros de mis ejemplos se pueden catalogar en más de un subgénero porque, como bien dices, un autor no se limita a coger los requisitos indispensables de un subgénero y a raíz de ellos escribe su obra. Se mira una vez finalizada si los tiene o no.
      ¡Gracias por pasarte, Nú!

    2. Coincido contigo. Al momento de escribir las clasificaciones no importan en lo absoluto. Lo que importan son cosas como las tramas, los personajes, los mundos entre otros.
      Los géneros son importantes al momento de catalogar las obras en las librerías o tiendas online y en el momento de hacer marketing

      1. Bastante complicado resulta escribir una historia de alta fantasía (por poner un ejemplo de los complejos) como para estar preocupándose de si encaja o no en el género. Yo escribo también, tengo en marcha proyectos del género, y ya es bastante responsabilidad xD.

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