Y llegamos, por fin, a la reseña de mi libro favorito de esta saga. La Batalla del Laberinto es, para Percy Jackson, lo que El cáliz de fuego es para Harry Potter: el volumen más peculiar de la serie. Si en la cuarta entrega de la franquicia de Rowling teníamos el Torneo de los Tres Magos, en la de Riordan nos enfrentamos a un inmenso laberinto subterráneo lleno de peligros y monstruos.
Saga Percy Jackson
El ladrón del rayo
El mar de los monstruos
La maldición del titán
La Batalla del Laberinto
El último héroe del Olimpo
A través del laberinto
Tras un nuevo altercado con unas empusas disfrazadas de animadoras en su nueva escuela, Percy Jackson vuelve otro verano al Campamento Mestizo donde no tarda en dar con problemas de nuevo: él y Annabeth encuentran por accidente una de las entradas del Laberinto de Dédalo y descubren que Luke quiere utilizarla para atacar el Campamento Mestizo. Así pues, tras una inquietante profecía del Oráculo de Delfos hacia Annabeth, en la que le dice que perderá un amor ante algo peor que la muerte, la hija de Atenea dirige su primera búsqueda. Acompañada de Percy, Grover y Tyson, la semidiosa debe atravesar el laberinto y encontrar a Dédalo antes que Luke, para evitar que este se haga con el Hilo de Ariadna; con el cual podría orientarse por el laberinto.
Una cuarta entrega de la saga de Percy Jackson que mantiene las dosis de aventuras, fantasía y humor de El ladrón del rayo, El mar de los monstruos y La maldición del titán. En La Batalla del Laberinto asistimos a disparatados peligros y unas secuencias de acción bastante épicas, especialmente en la parte final. Una madurez notable en sus personajes y un mayor desarrollo de la relación entre Percy y Annabeth.
Dando importancia a personajes secundarios
Algo que me gusta mucho de esta saga es que poco a poco se va dando más importancia a los personajes secundarios, pues no son los protagonistas los únicos interesantes y carismáticos. Adoré especialmente la participación de Rachel Elizabeth Dare, una humana que puede ver a través de la niebla (es decir, que ve los elementos fantásticos tal cual, no con los engaños mágicos destinados al ojo humano) cuyo papel resulta fundamental ya no solo en este libro, sino en el desenlace de la saga. Rachel es adorable e inteligente y me encanta la tensión que provoca entre Percy y Annabeth.
También me gusta mucho Nico di Angelo, y Riordan ha sabido desarrollar correctamente la dualidad de este personaje. El viaje y objetivo de Nico es una de las incógnitas del libro y sus escenas con Percy son muy enternecedoras. Aunque tampoco podemos olvidarnos de Clarisse, a la que poco a poco vamos viendo más humanizada sin perder esa fortaleza; o Quintus, el nuevo instructor de espada del campamento y su simpática amiga: la Señorita O’Leary (un perro del infierno).
Humor y aventuras
Al decidir leer cualquiera de los libros de Percy Jackson uno tiene aseguradas sus dosis de acción y aventuras, y en ese sentido La Batalla del Laberinto no se queda atrás. Me encantan las historias en las que los personajes tienen que superar pruebas, y un laberinto subterráneo resulta la excusa perfecta para que «el tío Rick» se las ingenie para someter a los personajes a pruebas imposibles siempre sin perder ese toque de humor tan característico. De verdad, no puedo dejar de reír leyendo a Percy. En el sentido argumental, esta vez nos encontramos con un libro algo más oscuro que el resto, y el ambiente que Riordan ha logrado para el laberinto es algo que lo demuestra. Monstruos como Campe (tan terrible que incluso Zeus, Poseidón y Hades se estremecieron de horror al verla) o los telekhines se lo harán pasar realmente mal a Percy y sus amigos.
La novela también tiene un misterio central que, aunque resulta algo predecible, no decepciona por las consecuencias que trae para Annabeth. Realmente se nota que este es el penúltimo libro de la saga y tiene lugar una gran batalla al final. De hecho, es la secuencia de acción más épica de la saga antes de llegar al último libro. También contiene un cliffhanger que deja con muchas ganas de leer El último héroe del Olimpo.
Percy y Anabeth
Tenía que dedicar un apartado especial para ellos en la reseña de este libro, pues es en La Batalla del Laberinto donde podríamos decir que se consolida esta pareja. Riordan deja claros los sentimientos de uno hacia el otro y somos testigos de sus inseguridades y recelos. Me pareció muy acertada la participación de Calipso en este libro. Llegados a un punto de la novela, Percy y Annabeth se separan y este va a parar a la isla de Ogigia, donde vive atrapada Calipso. Aquí tiene lugar un punto de inflexión en Percy ya no solo por sus sentimientos hacia Annabeth, sino a su destino y en base a lo que quiere él de la vida. Todo esto dota de profundidad al personaje y lo hace madurar.
Como ya he dicho más arriba, también Rachel provoca cierta tensión entre Percy y Annabeth. Se notan los celos que siente la hija de Atenea hacia la joven humana, especialmente viendo lo bien que Percy se lleva con ella. Sin embargo, esto no es el inicio de ningún triángulo amoroso, lo cual se agradece. Sencillamente el «tío Rick» se dedica a hacer sufrir un poco a nuestra Annabeth para el disfrute de sus lectores.
La Batalla del Laberinto es mi libro preferido de Percy Jackson. Tiene un argumento y un desarrollo más interesantes que el resto y está repleto de aventuras siendo un libro un poco más oscuro que los anteriores, pero sin perder su indiscutible y reseñable toque de humor. Rick Riordan vuelve a ingeniárselas con una fantástica adaptación de la mitología griega con una entrega llena de acción frenética, más giros argumentales y personajes que maduran y se vuelven más profundos. Un mayor desarrollo del romance entre Percy y Annabeth y una batalla final realmente épica. Así nos prepara Percy Jackson para el desenlace de su saga.