Y finalmente, The Vampire Diaries encuentra la paz

Anoche se emitió el esperadísimo desenlace de una serie que a enamorado a millones de personas, entre las cuales me incluyo, y las expectativas estaban por las nubes. Los creadores del show basado en las novelas de L.J. Smith llevaban meses prometiéndonos un final épico y emocionante, lleno de momentos inolvidables y dispuesto a rendir homenaje a los 8 años que llevamos viviendo las aventuras y desventuras de los hermanos Salvatore. Ese final ya ha llegado, ya he podido verlo. Y la pregunta del millón es: ¿se trata de un buen final? Antes de seguir leyendo, avisados estáis de que no me contendré a la hora de añadir SPOILERS.

La última temporada

Antes de hablar del episodio final, voy a dedicar unas pocas lineas a determinar lo que ha significado esta temporada para mí: una auténtica decepción. Sí, lo sé, cuando estrenaron el primer episodio de la susodicha, yo mismo escribí que la cosa apuntaba a maneras y que probablemente The Vampire Diaries fuese a remontar tras la cantidad de altibajos que había sufrido en las últimas temporadas, pero ese entusiasmo se quedó en la premiere pues, todo lo que vino después, fue cuesta abajo desquiciándome cada vez más semana a semana. Sin embargo, no estaba dispuesto a bajarme del tren antes de llegar a la última parada. ¡Y menos mal! ¿Por qué? Porque ha valido la pena engullir y sentir indigestiones tras 14 episodios más que caducados: ¡el final ha sido exactamente lo que prometían!

Y se acabó Teen Wolf [Opinión sobre el final de la serie].

Cruzando los dedos por Bonniebonnies-black-embroidered-top

Lo confieso: me encanta ver morir a personajes importantes. De hecho, como escritor, cuando invento una nueva historia lo primero que hago es situar la muerte de TODOS mis personajes, aunque conforme voy añadiendo y quitando tramas, voy salvando a unos y condenando a otros pensando en el efecto que puedan tener o no dichas muertes. No de cara a un final feliz, sino de cara a hacer justicia a los personajes y a mis futuros lectores. Por eso mismo, no podía sino esperar que una serie como The Vampire Diaries nos regalase al menos alguna muerte que impactase y sirviese de contrapunto al resto de finales felices, pues la felicidad absoluta es algo inexistente. Además, Julie Plec llevaba diciendo desde hace tiempo que en el episodio final habría una muerte importante, y me he pasado el episodio cruzando los dedos porque esa muerte no fuese la de Bonnie Bennett.

Sí, me gustan los sacrificios y las muertes heroicas, y nuestra brujita ha tenido situaciones de sobras para hacer dicho sacrificio a lo largo de las 8 temporadas. De hecho, ha muerto a modo de sacrificio tantas veces que he perdido la cuenta, y estoy seguro que muchos os unís a mí si digo que no ha habido personaje más maltratado que ella en esta serie. Siempre sirviendo de deus ex machina en situaciones peliagudas, esperaba de veras que ella obtuviese su final feliz: lo merece más que nadie. Tras la muerte de Enzo a manos de Stefan, mi enfado fue desmesurado y, teniendo en cuenta que para despertar a Elena Bonnie debía morir… me olía lo peor. Por otro lado, esa habría sido la solución fácil, y muy predecible si me lo permitís. Pero no, incluso sin el amor de su vida, nuestra fantástica Bonnie (no hay adjetivo mejor para describirla) ha tenido el mejor final que podía tener: una mujer no necesita tener a un hombre al lado para vivir su vida «a tope». ¡Te queremos Bonnie!

El infierno en Mystic Falls

Dejando de lado mi obsesión por Bonnie (en serio, todavía no me lo creo y puede que necesite un par de bofetadas para que me entre en la mollera de que ella ha sobrevivido), pasemos a comentar el episodio en sí: el regreso de Katherine Pierce, y el fuego del infierno llegando a Mystic Falls.

Katherine-pierce-galleryBien, ya he comentado que para mí esta ha sido una temporada decepcionante, y en su línea ha seguido la parte del episodio que se ha dedicado a cerrar las tramas de la susodicha. Es normal, a fin de cuentas, cuarenta minutos no dan para tanto y tampoco se trata de una serie con un presupuesto desdemsurado como Game of Thrones. En ese aspecto, épico no ha sido. Katherine se ha limitado a aparecer y a hacernos recordar por qué la echábamos tanto de menos (siempre fue mi personaje preferido), pero su participación ha sido más bien poca y no nos ha regalado momentos espectaculares como cabía esperar: ella merecía un episodio solo para ella, y punto. Pero bueno, todo queda perdonado gracias a esos múltiples «epílogos» que nos ha regalado el episodio.

The Flash, temporada 4 – De duelo por Barry.

La muerte importante

Pero como el episodio me ha dejado un buen sabor de boca y no quiero ponerlo a parir, voy a abstenerme de decir por qué Katherine merecía un mejor trato y me voy a dedicar a alabar las buenas decisiones tomadas por los guionistas; entre ellas, la muerte de Stefan Salvatore.

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La serie empezó con su llegada a Mystic Falls, de modo que tiene todo el sentido del mundo que la misma finalice con una acción del menor de los Salvatore. Pero lejos de dejarnos una sensación agridulce, la muerte de Stefan llena de sonrisas cada rincón del episodio. Y no es por ser cruel, pues por fin, después de todo lo que ha pasado, el ex vampiro ha encontrado la forma de redimirse consigo mismo. Tras sacrificarse por su hermano, y por el pueblo entero, tuvo un precioso momento con Elena Gilbert y lo vimos reunirse con otro de los personajes más inolvidables de esta serie: ¡Lexie!

Lo siento, mi querida Caroline, pero admitamos que es lo mejor que podía pasar. Stefan cerró su ciclo por todo lo alto y además tuvo su propia boda. Confieso que me enterneció mucho ese mensaje de voz que Caroline le dejó en el buzón de voz y que, aunque siempre fui partidario de Caroline-Klaus, me acabaron convenciendo con esta pareja. Sin embargo, alguien tenía que sacrificarse, y Stefan era el indicado.

Confieso también que él era uno de mis candidatos a morir. No es que no me haya sorprendido la decisión (que lo ha hecho), pero siendo objetivos, de cara a darnos una muerte impactante no había tantas opciones como cabía esperar. Quitando de lado a Bonnie, Caroline no habría tenido ningún sentido que muriese (aunque sí habría sido debastador), Ric tampoco ya que él es uno de los resucitados y la cosa habría caído en lo repetitivo, Matt no habría impactado prácticamente a nadie (nunca lo he soportado). De modo que mis opciones realmente eran o bien los hermanos Salvatore… o bien Elena Gilbert. Aunque en realidad, siempre pensé que de cara a matar a alguno de los Salvatore, los matarían a ambos. Y adivinad: ¡esa era la opción que los creadores de la serie barajaron durante seis temporadas!

Recuerdos, lágrimas… y finalmente la paz

young-caroline-and-lizY pasamos a lo mejor del episodio: «sus epílogos». Me he alegrado muchísimo de volver a ver a Lexie, pero no ha sido el único personaje querido que ha vuelto para cerrar este ciclo. Momentos preciosos como ese entre Bonnie y Enzo, o Caroline con su madre (Liz) han llenado de lágrimas mis mejillas (sí, me he vuelto un llorón). Ha sido muy bonito ver a Jo observar a Ric con sus hijas, ¡e incluso la «participación» de Klaus Mikaelson! Finalmente, todo a acabado bien: Elena y Damon han tenido su vida juntos (ambos como humanos), Bonnie a salido de viaje para vivir su propia vida y Caroline y Ric han montado la escuela para niños especiales (con un precioso homenaje a Stefan) a la cual Klaus ha hecho una importante donación (¿enviarán allí a Hope?). Incluso el bobalicón de Matt Donovan y el cansino Tyler Lokwood han tenido su final feliz, pero a estos dos no les voy a entregar más líneas (perdonadme si sois fans suyos).

Pero, sin duda alguna, lo mejor han sido esas escenas finales. Después de haber vivido sus vidas, los personajes han podido reunirse con sus seres queridos. Hemos visto a Elena abrazar a sus padres en el porche de la casa con la que vivió con ellos. Hemos podido volver a ver a mi queridísima tía Jenna, ¡e incluso a John Gilbert! Es cierto que no se especifica el significado de esa escena, y que ha quedado bastante abierta a interpretaciones, pero creo que, más o menos, todos hemos deducido lo mismo. Por otro lado, la escena final con ese gran homenaje al primer episodio de la serie ha sido toda una sorpresa y el mejor modo de cerrar el ciclo.

Y así, tras 8 años de aventuras, The Vampire Diaries encontró la paz.

Portrait Studio - Day 3, Comic-Con International, San Diego, USA - 23 July 2016

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