Ya se ha estrenado, exploradores, la 4ª temporada del drama post-apocalíptico de The CW, ¡y lo hace con una temporada «pre-apocalipsis»! Tras la caótica batalla en Polis y la revelación de AILE, Clarke, Bellamy y el resto se enfrentan a las consecuencias de destruir la Ciudad de la Luz. Esta nueva temporada empieza con mucha honestidad y cargada de conflictos internos. Antes de seguir leyendo, ten en cuenta que habrá SPOILERS del episodio 4×01. 

Consecuencias

Esta es, en mi humilde opinión, la una de las dos palabras que mejor describen este episodio. Los que seguimos la serie estamos al tanto de que ha tenido una evolución un tanto irregular, y debemos tener en cuenta que se trata de una serie juvenil. Sin echar por tierra este tipo de series (pues debo admitir que suelen ser las que más me enganchan) también es cierto que suelen seguir unas pautas determinadas que acaban por desgastar a según qué tipo de expectador. Y claro, que se emita en The CW hace que uno ya se la mire con más retintín. También es cierto que tuvo unos primeros capítulos poco convincentes, aunque adictivos. Pero la serie fue evolucionando en su primera temporada hasta volverse realmente interesante, y en ocasiones impredecible. Luego estrenó una segunda temporada que la consolidó como toda una promesa y tuvo un desenlace completamente redondo.

¿Y qué ocurrió con la tercera? Pues que la serie se volvió más ambiciosa y decidió expandirse, explorar nuevos horizontes y continuar creciendo. Pero quizás aspiraba a mucho y tuvo un par de tropezones por el camino, haciendo que la tercera sea una temporada difícil de catalogar: pues nos encantó, pero a la vez fue bastante irritante.

Como consecuencia de ello, todos teníamos en el punto de mira esta cuarta temporada, y más teniendo en cuenta la intensidad de la finale  anterior y la premisa expuesta: en 6 meses, el mundo quedará asolado por la radiación.

Honestidad

Esta sería la otra palabra que describe, también en mi humilde opinión, este estreno. Arrancando justo donde nos dejó el episodio 3×16, somos testigos del descontrol que amenaza a Polis y de que Wanheda no es considerada una heroína, precisamente. Un capítulo que apuesta más por la tensión que por la acción, con la captura de los Skikru o la incógnita de si lograrán o no salvar al príncipe de la Nación del Hielo. El desgaste emocional hace mella en los personajes y no tardan en surgir las dudas: ¿lograrán salvar el mundo?

Parece que en esta temporada vamos a volver a tener a Los 100 (o los que queden) unidos, lo cual me parece de lo más acertado, ya que fue uno de los puntos que más me disgustó en la tercera temporada (a pesar de que considere que era necesario separarlos). Me gusta el vínculo que hay entre Clarke, Bellamy y Raven, la confidencialidad de Abby con su hija e incluso que Monty se divierta un poco. No me gusta tanto Jasper y la dirección que quieren tomar con este personaje para mí es todo un misterio. Jaha es otro que tal baila, aunque a este sí le veo más potencial (¿será porque me gusta ver a los personajes sufrir por las consecuencias de sus actos?). Aunque tampoco podemos culparlo por querer encontrar una salvación para su gente, aunque no fuera la correcta. Y, por supuesto, me encanta que Murphy siga siendo Murphy, y espero que este año le den a Bellamy una trama coherente.

Y quiero hacer una mención especial a Octavia: un personaje con potencial que, hasta ahora, ha estado desaprovechado. La creciente oscuridad en ella se me hace de lo más interesante y realmente espero que le den más escenas con Indra. Son un dueto cojonudo y merecen un desarrollo a la altura.

Para acabar

Me ha encantado el episodio. Poca acción pero plagado de conflictos internos la mar de jugosos para ir desarrollándose a lo largo de la temporada. Me ha gustado la honestidad con la que ha empezado la temporada: primero hay que resolver los conflictos del presentes, el mundo dispone de 6 meses aún para salvarse. Me agrada también la idea de que los Skikru se hayan consolidad como el décimo tercer clan y su nueva «alianza» con Roran. Sin duda alguna, Los 100 han vuelto con las pilas cargadas y dispuestos a una redención, y a luchar a muerte por sobrevivir en este mundo.