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[RESEÑA] Veinte, de Manel Loureiro

Veinte es la nueva novela post-apocalíptica del autor de la trilogía Apocalipsis Z; con una buena dosis de aventuras y misterio, he devorado este libro casi sin darme cuenta. No había leído nada de este autor hasta dar con Veinte, y ya tengo en mi punto de mira el resto de su bibliografía. ¿Lo comentamos, exploradores?

Sinopsis

Nadie sabe qué está sucediendo. La mayor parte de la humanidad se ha suicidado en pocas semanas, sin ningún motivo aparente ni conexión entre si, mientras el mundo colapsa en medio de un caos creciente. Entre los escasos supervivientes se encuentra Andrea, una chica de diecisiete años con recuerdos borrosos y un gran secreto que ni ella misma conoce.

Cuando años después, un desastre parecido amenaza con repetirse, Andrea y un grupo de jóvenes comienzan una crucial odisea para descubrir, a través de la ruinas de lo que un día fue la Humanidad, la solución a algo que nunca debería haber ocurrido.

Pero esta vez, el número 20 puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

La historia de siempre, con sello propio

Me regalaron hace poco la trilogía de Apocalipsis Z y, a pesar de que me llamaba mucho la atención, decidí dejarla aparcada ya que estaba enfrascado en otra lectura. Pero acaba de salir el nuevo del autor y no he podido evitar hacerme con ella y… ¡lo he devorado!

En un principio, esta novela no parece tener nada que la haga destacar entre otras del género; sin embargo, su encanto no está en presentarnos un argumento original, sino en utilizar varios tópicos del género y hacerlo bien: una sociedad tras un gran colapso global, con diferentes asentamientos de refugiados que acaban siendo los vestigios de la humanidad. Poblados que no llegan ni a eso, más bien son diminutas aldeas protegidas de formas un tanto rudimentarias.

El salto de tiempo, inquietantes reflexiones

Lo que más me ha gustado es precisamente que el relato se centra doscientos años tras el colapso. ¿Cómo se desenvuelve la humanidad tanto tiempo después de que el mundo se haya ido al garete? Los recursos escasean cada vez más, apenas queda gente que recuerde cómo era el mundo antes de lo sucedido y si comparamos nuestro estilo de vida con el de los personajes de Veinte nos damos cuenta de la facilidad con la que malgastamos los recursos. La humanidad es una raza consumista y excesivamente ambiciosa. Lo más preocupante es comprobar que, de ocurrir lo que ocurre en la novela, nuestros descendientes podrían pasarlo tan mal (o peor) que los personajes de Loureiro.

Realmente me han fascinado las partes en las que el autor se para a reflexionar sobre esos primeros años tras el colapso, de la cantidad de recursos echados a perder durante ese lapso de tiempo en el que la humanidad aún creía que en algún momento todo se solucionaría y volvería a ser lo de antes. Si se hubiese enfocado la situación pensando en el futuro… se habría facilitado la vida a los habitantes de la Lanza («población» donde habitan los protagonistas).

Los encantos de Veinte

Uno de los elementos que más destacables de la novela es su prosa (aunque en el apartado de corrección podrían haberle puesto más esmero): ligera y directa, pero pulcra y agradable. Hay escenas concretas donde realmente me he emocionado de lo bien escritas que están: esas muertes, esos tiroteos, en especial la forma en la que se describe cómo la sangre sale del cuerpo; detalles que me han encantado. Otro punto a favor son ciertas reflexiones y el sinfín de ideas interesantes, terroríficas y contradictorias que Loureiro propone. Rascar la superficie de lo que este tipo de historias suelen presentarnos y tratar de desentrañar lo que lleva a uno a «ser humano» es algo que el autor ha sabido explorar de forma interesante y lo mejor es que, a este tema, uno sigue dándole vueltas incluso después de haber leído el final.

La atmósfera conseguida es otra de sus virtudes. A lo largo de la novela nos encontramos con dos tramas y vamos saltando de una a otra cada par de capítulos más o menos. En este tipo de estructuras lo normal es que una de las tramas nos parezca sumamente interesante y la otra la leamos más porque está ahí que por puro interés. Bien, pues en este caso no sabría deciros cual de las dos me ha gustado más, cual me tenía más enganchado y por cual me cabreaba más cuando finalizaba un capítulo y tenía que pasar a la otra, ¡era exasperante!

Personajes

Lo admito, me han gustado más ciertos secundarios que los dos protagonistas (Andrea y Albert). No voy a entrar mucho en detalle porque no sabría cómo hablaros de ellos sin rebelar SPOILERS; sin embargo, personajes como el inquieto Clío o el inocente de Abel me han cautivado. Sin olvidarnos de Richard (padre de Albert) con su inquebrantable valentía o Anna y su enorme empatía (la «doctora» de la Lanza).

Quiero hacer una mención especial a Eva, una joven paralítica de cintura para abajo y lo imprescindible que es ella para el grupo de los expedicionarios (cuyo viaje es una de las tramas principales). Haber metido a un personaje así me parece un gran acierto y realmente da qué pensar. Otro a destacar es Héctor, un anciano que realmente se hace querer.

Un relato sobre la supervivencia que muestra, por un lado, la parte más corrupta y vil del ser humano y, en contra, nos recuerda que nuestra capacidad de reflexionar y evolucionar no solo nos permite explotar recursos: la unión hace la fuerza. Cuando los humanos trabajamos en equipo, hombro con hombro, somos capaces de obrar auténticas proezas. A pesar de lo crudo de algunas situaciones, hay partes que realmente emocionan y resultan preciosas. Somos una raza auto-destructiva, sí, pero a la vez tenemos la capacidad de salvarnos los unos a los otros. Lo único que divide estas dos partes es la fuerza de voluntad. Veinte nos demuestra que tenemos dos opciones: atajar por el camino fácil, o luchar unidos para garantizar un devenir mejor.

Como bien dice Manel Loureiro en su obra: el futuro nos pertenece. Y yo añado: y en nuestras manos está decidir qué hacer con él.

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