Si La Resistencia nos abría la puerta del mágico mundo de Idhún, Tríada nos invita a recorrerlo, conocer sus razas y culturas, a viajar desde el mismísimo bosque de Awa hasta los confines de Awinor (antiguo hogar de los dragones). Esta segunda parte de Memorias de Idhún es, en mi opinión, el mejor volumen de la trilogía y, si se me permite, uno de los mejores libros que ha escrito Laura Gallego.
Explosión de tramas
Este segundo libro ya contrasta con el primero en su grosor (y en el tamaño de la tipografía), y es que en Tríada Laura Gallego nos ofrece una historia de fantasía épica en toda regla. De entrada, es una novela más coral que la primera ya que contiene un elenco de personajes mucho más amplio. El relato sucede íntegramente en Idhún y llega un punto en el que los personajes se separan, por lo que tenemos diversas tramas sucediendo a la vez y se va alternando de una a otra dentro de los capítulos. El hilo argumental es la sublevación contra la tiranía de Ashran el Nigromante y el cumplimiento de la profecía que hace partícipes a los tres protagonistas, trama que culmina en este libro y nos deja un gran cliffhanger final que abre el argumento del tercero.
Como he dicho, Tríada se centra principalmente en la guerra contra Ashran el Nigromante y los Sheks (serpientes aladas), que provocaron el casi exterminio de los dragones y unicornios mediante la conjunción astral. La historia empieza justo cuando Jack, Victoria, Kirtash, el mago Shai y el príncipe Alsan llegan a Idhún. Tras una serie de altercados, el grupo se reúne con el resto de la resistencia (formada por distintas razas) en el bosque de Awa (hogar de los feéricos). Este es el punto de partida de todas las tramas ya que es cuando el grupo se divide y cada uno emprende un camino distinto. Aventuras sin igual, hermosos y mágicos paisajes y siete culturas bien diferenciadas entre sí. En definitiva, un mundo ficticio que disfruté mucho al explorar.
Una historia con matices
De cara a la mitad del libro, se produce un suceso que provoca un gran giro en la trama (tranquilos, no daré spoilers). Ya de entrada esto pone la historia en un punto de inflexión que resulta la mar de interesante. Pero es que encima, a raíz de esto, se rebelan cosas con respecto a la eterna guerra entre los dragones y las serpientes aladas que me hicieron reflexionar y me mantuvieron pegado a las páginas de una forma increíble. Dota de mucha profundidad a los distintos elementos de este mundo ficticio y lo cierto es que se nota que el libro está escrito con mucho corazón. Ni los buenos son tan buenos ni los malos tan malos. Es un tema que hoy en día no resulta ninguna novedad en una novela juvenil y que, sin embargo, no todos los best-sellers que llenan las librerías manejan con tanta credibilidad.
Y hablemos de la tríada, los tres personajes principales: Jack (el dragón), Victoria (el unicornio) y Kirtash (el shek). Se mantiene el nivel de madurez al que llegaron en el primer libro y en este segundo sufren un cambio mucho mayor, muy acorde con las situaciones a los que son sometidos. En este tomo hay mucho más protagonismo de la trama romántica, incluso demasiado a mi parecer. En algunos momentos esto puede llegar a hacerse pesado, por lo que se agradece sobremanera que se mantengan varias tramas abiertas de modo que el ritmo no decaiga demasiado (porque sí, en diversos puntos, el ritmo decae, siendo un libro menos ligero y más complejo que La Resistencia).
Épica
Este es el libro más épico escrito por Laura Gallego, superando con creces al tercer tomo de Memorias de Idhún en ese aspecto. Desde los diversos viajes de los personajes mediante los cuales viven emocionantes y peligrosas aventuras, hasta las conspiraciones que desembocan en la gran batalla del bosque de Awa. También se siente la épica en las decisiones que tienen que tomar los protagonistas (pues cada uno de los miembros de la tríada deberá tomar al menos una o dos decisiones con consecuencias importantes) y hay un par de muertes que… duelen.
Tenemos una ambientación preciosa. Nunca me cansaré de decirlo: Idhún es un mundo realmente mágico y hermoso. Desde las distintas criaturas, hasta las historias que se cuentan entre las calles de sus ciudades. Disfruté mucho de todo el pasaje de Awinor, de las gigantescas olas que se estrellan contra los acantilados de la torre de Kazlunn y en especial de todo lo sucedido en Umadhún (esto es lo que más me gusta del libro). Esta novela nos enseña también varios valores como la necesidad de luchar por un futuro mejor, la importancia de los lazos de amor y amistad, que la unión hace la fuerza, que no todo es lo que aparenta, que tomar la vía fácil siempre trae consigo sus consecuencias…, entre otros.
Tríada es en mi opinión el mejor libro de Memorias de Idhún. Una historia épica, intensa y muy completa. Una explosión de tramas que van evolucionando de forma individual pero que tienen un nexo común: la guerra que se avecina y el cumplimiento de la profecía. Los personajes adquieren mucha más profundidad (en especial sus tres protagonistas) y la historia de amor se vuelve más intensa, pero también más empalagosa. Giros inesperados y revelaciones que te harán mirar la historia desde otra perspectiva. Tríada cierra las tramas principales de la historia, aunque abre otras que se desarrollan en Panteón. Abrid la puerta, exploradores, cruzad el umbral y dejaos contagiar por la idhunitis.