No hay duda de que Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald es una de las películas más esperadas del año. Y no es para menos si tenemos en cuenta el éxito que supuso Animales fantásticos y dónde encontrarlos: la vuelta del Mundo Mágico de J.K. Rowling en una nueva historia, esta vez ambientada en los años veinte. Los fieles seguidores quedamos encandilados con los nuevos personajes, ese surtido de nuevas criaturas fantásticas y una trama que funcionaba perfectamente desvinculada de la saga Harry Potter y, a su vez, llena de referencias a las aventuras del joven mago. Dos años después, el estreno de la secuela de Animales fantásticos ha dejado sentimientos encontrados en la mayoría de fans. Como potterhead que soy, la he disfrutado, pero aquí va mi crítica objetiva.
La búsqueda de Credence
Seis meses después de los altercados en Nueva York sucedidos en Animales fantásticos y dónde encontrarlos, Gellert Grindelwald (Johnny Depp) escapa durante su trasladado de la prisión del MACUSA a Europa, y se dispone así a reunir más seguidores para su causa. Mientras, Newt Scamander (Eddie Redmayne), espera que le devuelvan el permiso para salir de Inglaterra; no obstante, el Ministerio de Magia le pide a cambio buscar a Credence (Ezra Miller), el obscurus, y matarlo; a lo que Newt se niega. Después, es Albus Dumbledore (Jude Law) quien acude al encuentro de Newt para sugerirle también que busque a Credence, aunque con el fin de protegerlo.
El profesor de Hogwarts confiesa al joven Scamander que precisa de su ayuda ya que Grindelwald va tras los pasos de Credence, y Dumbledore no puede enfrentarse a él. De modo que Newt, acompañado de Jacob (Dan Fogler), el muggle, se encamina hacia Francia al tiempo que el Ministerio de Magia de Inglaterra envía a otro mago para cumplir la tarea que estaba destinada a Newt.
Los crímenes de Grindelwald es una película más oscura que Animales fantásticos y dónde encontrarlos. La cinta apuesta más por la atmósfera y el suspense que por la acción y la magia, reduciendo los minutos en pantalla de las criaturas fantásticas (algunas de las cuales se limitan a meros cameos) y centrándose en el misterio de la identidad de Credence. El ritmo es más pausado y lento, con menos desahogos cómicos (por mucho que Jacob siga presente) y todo tiene un punto de drama más elevado (Quennie ya no se limita a sonreír de forma encantadora). Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald sabe jugar bien con la nostalgia al llevarnos una vez más a Hogwarts y con la vuelta de viejos personajes (y melodías) de la saga Harry Potter.
Cine negro
A priori, Los crímenes de Grindelwald puede parecer una película distinta a la mayoría de cintas del Mundo Mágico. Pero lo cierto es que mantiene la esencia y contiene elementos característicos de la franquicia. Y el Mundo Mágico nunca se ha limitado a la fantasía y la aventura, pues Rowling siempre ha abarcado varios géneros (como suspense, misterio o incluso terror).
De hecho, en cierto modo, me hizo rememorar los tiempos de Harry Potter y el misterio del príncipe: con la preparación de la guerra contra el gran villano (en este caso Grindelwald) y esa atmósfera oscura, asfixiante y dramática que la situación supone. Aquí los personajes se enfrentan a conflictos mayores que en Animales fantásticos y dónde encontrarlos.
Esta segunda parte de la saga es un tablero de ajedrez con muchos más personajes que en la primera (incluso demasiados), y cada uno supone una ficha importante entre los giros de trama, los descubrimientos y los secretos. Los crímenes de Grindelwald no es una películas de aventuras familiar, es una historia detectivesca; cine negro del Mundo Mágico.
Dumbledore y Grindelwald
Los personajes fueron uno de los mejores puntos de la primera película, y una de las historias que más expectación causa en los fans de Harry Potter es la relación entre Dumbledore y Grindelwald.
Esta se cuenta a grandes rasgos en el libro de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte y causó cierta polémica que Rowling confirmara la homosexualidad de Dumbledore en una entrevista, fuera del acabado final del libro. Animales fantásticos es la oportunidad perfecta para hacer justicia a esta historia retratando correctamente la complejidad de sendos personajes.
En ese sentido la película hace un buen trabajo y es probablemente lo más destacable de la misma. Jude Law demuestra ser un buen Dumbledore: inteligente, carismático y con esa aparente seguridad tan propia del personaje. Por su lado, Johnny Depp nos presenta el que posiblemente sea su mejor trabajo desde el tan característico Jack Sparrow (aunque su caracterización me resulta exagerada).
Destacar que se dejan claros los sentimientos de Dumbledore por Grindelwald (sin ser demasiado específicos, todo cabe decirlo) y el desarrollo de esta trama nos deja con el gran giro argumental de la película. Se empieza a allanar el terreno para la tan esperada batalla en la que Albus Dumbledore se convertirá en dueño y señor de la Varita de Saúco.
Personajes
Si algo podemos decir que tiene Los crímenes de Grindelwald son precisamente personajes. Los cuatro protagonistas principales fueron presentados en la primera película, y tanto Dumbledore como Grindelwald eran ya personajes conocidos en Harry Potter. Teniendo en cuenta la cantidad de personajes que hay en la película, esta vuelve a sentirse casi tan introductoria como la primera.
Pero vayamos por partes. A Newt se lo ve algo más definido y suelto, puede que se deba al hecho de que ahora nos lo muestran en su propio entorno. Además, su relación con Tina esta vez me ha llamado más la atención, con esa timidez de ambos, muy tiernos y encantadores.
En contra, la dinámica entre Jacob y Queenie (que fue tan tierna y encantadora en la primera película como lo es la de Newt y Tina en esta) atraviesa un momento complicado, y he de reconocer que no termina de convencerme el desarrollo que ha tenido la joven legeremante. Me gusta lo que ocurre con ella al final, porque abre un millón de posibilidades, pero no el cómo se ha llegado a ello ya que se siente forzado y a medio desarrollar. Rowling puede hacerlo mucho mejor.
Lo mismo con respecto a los recuerdos de Jacob (que supuestamente quedó desmemorizado, como el resto de muggles de Nueva York, tras los altercados), me ha parecido un poco cutre la explicación que se ha dado para justificar que siga teniendo recuerdos de la existencia de la magia.
Sin duda, un personaje que todo el mundo estaba deseando conocer, es Leta Lestrange. Sabíamos por Animales fantásticos y dónde encontrarlos que había tenido algo que ver con Newt mientras estudiaba en Hogwats, y por las promos de Los crímenes de Grindelwald que estaba prometida con Theseus Scamander. Lo que nadie se esperaba es que Leta fuese tan crucial para el desarrollo de esta película.
Me ha gustado ella, tanto el personaje como su historia; pero, como otras cosas en la película, sufre un limitado desarrollo. Theseus me ha gustado mucho también, aunque su peso es mucho menor. Siempre creí que su relación con Newt sería más tensa y conflictiva, pero Rowling ha sabido jugar sus cartas creando a dos personajes que, aunque muy distintos, al final defienden los mismos valores. Y hay cierta tensión que se siente fresca, al ser personalidades tan características.
Sobre Credence hay poco que decir que no sea un spoiler: sigue tan perdido como en la primera película, pero esta vez no tiene una madrastra que lo maltrate y al menos Nagini lo acompaña. Nagini tampoco ha tenido un papel reseñable, el bombazo nos lo dieron en el tráiler y la película se limita a presentarla. Espero mucho de ella en el futuro, igual de de Credence.
Criaturas fantásticas y otros cameos
Están en el título de la saga, por lo que las criaturas fantásticas no podían faltar en esta película. Eso sí, su relevancia es mínima ya que la mayoría aparecen en algún cameo y, las que roban más escenas, poco tienen que ver con la trama principal. Como ejemplo de ello tenemos el Zouwu, ese gran animal que se escapa del circo donde estaban Credence y Nagini. No deja de ser irrelevante, pero tampoco queremos una película de Animales fantásticos sin animales fantásticos, y la escena del «sonajero» es lo más tierno que ha pasado por la película, después de los escarbatos.
¡Y hablando de escarbatos! Mención especial a las crías, tan divertidas como cabría esperar; y puestos a esperar, ¡espero verlas más en futuras películas! Por cierto, bueno el detalle de que Newt haya contratado a una ayudante para cuidar de sus criaturas cuando él no está (porque si recordáis su maleta, imaginaos su casa). Una ayudante que quiere verlo sin camisa.
¿Y qué decir de Nicolas Flammel? Fantásticamente interpretado por Brontis Jodorowsky. Flammel resulta divertido, y con él se hace una inevitable referencia al primer libro de Harry Potter. Pero por desgracia aparece muy poco (en un par de escenas, creo recordar). Su papel tampoco es muy relevante, aunque tengo la esperanza (como con las crías de escarbato) de verlo más en próximas entregas.
Y hablando de viejos personajes, el cameo más polémico del Mundo Mágico ocurre en esta película: la profesora McGonagall a la que, supuestamente, le quedan alrededor de siete años por nacer. Es un mero cameo, divertido, pero innecesario. Ahora, dudo mucho que Rowling haya modificado el canon del Mundo Mágico solo para esta escena.
Aspectos negativos
Los crímenes de Grindelwald es una cinta poco recomendable para el espectador que no haya leído los libros de Harry Potter, o al menos visto las películas. Es cierto que su predecesora podía verse de forma independiente a la saga madre, pero J.K. Rowling ya dijo en su momento que Animales fantásticos es una serie pensada para los fans que crecimos leyendo los libros de Harry Potter. Y eso, queridos exploradores, tiene sus pros y sus contras. Para los no iniciados la cinta ofrece una puesta en escena brutal y unos efectos especiales impecables, pero poco más. Los crímenes de Grindelwald es la película más potterhead del Mundo Mágico.
Aún así, como fan, no puedo dejar de reconocer que tampoco va a quedar entre mis preferidas (aún cuando la primera de Animales fantásticos sí). Le falta, quizás, más solidez narrativa. El guión abarca varias sub-tramas que buscan su espacio sin terminar de encontrarlo. Nagini y Credence, por importantes que sean, se limitan a aparecer y poco más. Todo el arco de Queenie está forzado y Jacob no pinta mucho.
Por no hablar de lo confusa que llega a ser la historia que envuelve al personaje de Yusuf Kama. Y lo peor es que, una vez vista, da la sensación de que la cosa no ha avanzado mucho y que es tan solo un capítulo de paso, de transición, donde se presentan mil cosas que quedan pendientes de desarrollar en futuras entregas. Es comprensible al ser una historia serializada, pero hacernos esperar dos años para poco más que una revelación de dudosa integración en el canon… es jugar con el público.
Otra cosa que me ha decepcionado es que en Animales fantásticos y dónde encontrarlos se nos presentaba la sociedad de Norte América haciendo un divertido contraste con la británica mostrada en Harry Potter, incluso de aquí surgió un relato que cuenta la historia de la escuela Ilbermorny.
Creía que Rowling jugaría más con las diferentes culturas en cada película y nos traería más textos para Pottermore. Pero apenas vemos nada característico de la sociedad francesa, por lo que en este aspecto la película se queda bastante floja y me hace dudar que esta sea la saga adecuada para expandir el Mundo Mágico. Sabemos por qué Grindelwald no actúa en Inglaterra, y resulta comprensible visitar otros países de Europa…, ¿pero no sería mejor centrar esta serie en lo que importa y ya después escribir otra que vaya sucediendo en otros lugares? Los crímenes de Grindelwald convierte Animales fantásticos en una saga, quizás, más ambiciosa de lo que debería.
Los crímenes de Grindelwald tiene menos acción que Animales fantásticos y dónde encontrarlos, ya que es cine negro del Mundo Mágico. Una película coral con distintas tramas que poco a poco se van unificando, aunque de forma atropellada y sin profundizar demasiado en ninguna de ellas. Hace una buena introducción a la historia de Dumbledore y Grindelwald, con diversos giros de trama relacionados con ellos (ya que son el hilo conductor de la saga). Una película que peca de ambiciosa, con muy buenas ideas, pero ejecutadas de forma irregular. Y, aunque en el fondo no es una mala película, promete más de lo que da.