Cinder es una obra interesante y original que mantiene al lector enganchado muy a pesar de las erratas de traducción y corrección. La novela se disfruta en parte gracias a esos diálogos tan naturales o a la acertadísima ambientación. Aun cuando el relato es predecible, agradecí sobremanera esta nueva adaptación del cuento de La Cenicienta en un mundo futurista y un romance muy bien logrado. No os voy a colocar la sinopsis en esta ocasión, exploradores, porque destripa prácticamente el libro entero (y no exagero). Si queréis disfrutar de esta obra, os recomiendo NO leer la sinopsis.

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Érase una vez en el futuro… El destino de la Tierra depende de una sola chica. Pero nadie, ni siquiera ella, lo sabe.

 Una Cenicienta moderna

Cinder es una cíborg mecánica que tiene su puestecito en una plaza de Nueva Pekín. La historia empieza cuando el príncipe Kai aparece en su taller con una androide que ha dejado de funcionar. El encargo del príncipe es el principal hilo conductor de la trama romántica de la novela, mostrándose como una interesante dinámica. Las personalidades de sus dos protagonistas, sin ser dos pozos sin fondo, resultan divertidas y ofrecen diálogos que enriquecen mucho la lectura; pues resultan naturales y adaptados a esa época futurista (algo de lo que carecen otras novelas del género). Cinder, a pesar de ser la nueva Cenicienta, está muy lejos de la protagonista de Disney, siendo un personaje más activo.

Como toda Cenicienta, esta historia incluye una madrastra malvada, y dos hermanastras. Cinder no habla con ratones, pero en su lugar tenemos a la simpatiquísima y encantadora Iko, una androide (en mi opinión, el mejor personaje del libro). También nos encontramos con que Nueva Pekín se ve asolada por La Peste, un virus mortal cuya cura aún no se ha encontrado.

Conflictos sociales y políticos

Lo que más me llamó la atención fue la discriminación de la sociedad creada por Marissa Meyer para con los cíborgs; empezando por el hecho de que las investigaciones para encontrar la cura para La Peste se llevan a cabo mediante experimentos con cíborgs. O el hecho de que los cíborgs están obligados a tener un tutor legal, que puede entregarlos o venderlos a parecer. Me gustó en especial este tema porque, si bien no aporta nada que no se haya visto antes, ayuda a intercalar de una forma muy coherente situaciones que rememoran el cuento original. Le da sentido a la historia.

También me gustó el conflicto político con los Lunares (sí, una civilización en la luna) o los secretos de Levana (soberana de Luna y villana oficial de la historia). La mala es realmente mala y cumple su papel, con un interesante pasado y la promesa de mucho sufrimiento para los protagonistas (y disfrute para los lectores, admitámoslo).

Una saga con distintas protagonistas

Una de las cosas que me incitaron a leer esta novela cuando me regalaron los tres primeros libros (y únicos editados en España por el momento) fue que cada uno de ellos tiene una protagonista distinta. Si en el primero tenemos a Cenicienta, en el segundo tenemos a Caperucita Roja y en el tercero a Rapunzel (una hacker encerrada en un satélite :O). Y ya sabemos que el cuarto adaptará Blancanieves.

Si bien todavía no me he leído el resto de libros, estoy seguro de que cogeré el segundo con muchas ganas y espero disfrutarlo tanto como el primero. De momento, ya sé que la novela narra dos hilos argumentales (uno que sigue a la nueva protagonista y otro que sigue a Cinder) como ya sucede con el primer libro, en el que somos testigos del punto de vista de la cíborg y el príncipe. No obstante, a pesar de tener distintas protagonistas, las tramas de las novelas no son auto-conclusivas, por lo que este primero tiene un final muy abierto.

La edición

Si algo en esta novela me mantiene con sentimientos encontrados es precisamente su edición. Por un lado la portada es preciosa y refleja el tono y género de la novela. Aunque al final ha acabado siendo más oscura de lo que rebela la portada. También recalco que la tipografía, el interlineado y el tamaño de la letra son muy correctos y ayudan a hacer la lectura realmente cómoda (es algo que siempre ha caracterizado a la colección ellas de Montena) y las páginas tienen un delicioso olor que me recuerda al papel de periódico. Pero la traducción no es demasiado buena. Contiene frases muy rebuscadas y algunas he tenido que releerlas para entenderlas bien. Este error podría ser del escrito original de Marissa Meyer, no lo sé porque no lo he leído en inglés, pero quería dejar constancia.

Por otro lado, me ha molestado que en el lomo del libro, en lugar de poner el nombre completo de la autora, se hayan limitado a poner su apellido (Meyer). También quiero recalcar que la primera vez que me hablaron de esta novela, se refirieron a ella como “la nueva saga de la autora de Crepúsculo”. Y lo siento pero por ahí no paso (sin tener nada en contra de Stephenie Meyer), considero que este truco de márquetin lo que hace es quitarle importancia al nombre de la persona que ha escrito el libro y eso es algo que, yo como escritor, no apruebo.

Y, por supuesto, me ha molestado también comprobar que en la sinopsis spoilea por lo menos medio libro. Y no solo eso, incluso te rebelan el final de una forma mal disimulada (no exagero, en serio). Mi recomendación es que no leáis la sinopsis que hay en la solapa de la novela, quedaos con los slogans de la contraportada.

  Conclusión

Una adaptación moderna, interesante y original del cuento de La Cenicienta. Con un argumento predecible pero fluido, buenas dinámicas y diálogos entre personajes y un acertado trasfondo político y social. Con una narración criticable en algunos puntos (como alguna frase confusa) y que no destaca especialmente, aunque correcta en cuanto a descripciones y ambientación. Una edición preciosa pero con un sucio truco de márquetin y una sinopsis plagada de spoilers. Con un desenlace abierto y la promesa de nuevas e interesantes aventuras nos deja Cinder, la Cenicienta futurista, con ganas de repetir la experiencia y vivir las aventuras de Scarlet y Cress.