La espada de Shannara es el primer volumen de Las Crónicas de Shannara, una extensa colección de novelas de fantasía épica con diversas sagas que giran en torno a la familia Shannara y que ahora están siendo publicadas en España por Oz Editorial. En La espada de Shannara, Terry Brooks nos presenta una historia de fantasía clásica, al puro estilo Tolkien, repleta de aventuras y grandes batallas.
Ficha
Título: La espada de Shannara
Las Crónicas de Shannara // Libro 1
Autor: Terry Brooks
Editorial: Oz Editorial
Nº de páginas: 564
Año de publicación: 1978
Género: Fantasía/Épica/Aventuras
Un libro de los 70
La espada de Shannara es una de esas novelas que surgieron en la época en la que El Señor de los Anillos estaba en pleno apogeo y no pocos autores fueron los que se sumaron para escribir historias del estilo. Por ello, las similitudes con la obra de Tolkien que encontramos a lo largo de la lectura del primer libro de Brooks son muchas. El último druida Allanon llega a Valle Sombrío en busca Shea Ohmsford, descendiente de Jerle Shannara (rey y héroe elfo), ya que él es el único capaz de utilizar la espada de Shannara para derrotar a Brona antes de que se inicie una nueva guerra por las Cuatro Tierras. Lo acompañarán un variopinto grupo de personajes mientras son acechados por los Portadores de la Calavera (secuaces de Brona). Vamos, peligrosas empresas llenas de obstáculos y criaturas terroríficas, con un elenco de personajes heroicos que nos demuestran una vez más el valor de la amistad; objetos mágicos, armas legendarias y la promesa de una guerra inminente contra el Señor Oscuro de turno.
Tan clásica, que no hay ni un solo personaje femenino relevante para la historia. De hecho, solo recuerdo a una mujer en escena y esta no aparece hasta pasada la mitad del libro. Este es un hecho que en lo personal tan solo perdono debido a que es algo que Terry Brooks solventa de sobras en futuras entregas de la saga. Aunque debo añadir, a su favor, que dentro de la moral del héroe, La espada de Shannara nos entrega personajes con una dualidad lograda y también nos muestra la debilidad del hombre; o, para ser más exactos, nos muestra su corazón.
Ritmo y narración
Tengo sentimientos encontrados con este libro porque, si bien puedo asegurar que disfruté muchísimo de él (en parte porque ya sabía a qué atenerme), también es cierto que me ha costado bastante terminarlo y esto se debe a una carencia casi total de ritmo, provocada por unos errores graves en la estructura de la narración. Brooks tiene una prosa rica y bonita que, además, engancha. Pero a menudo se pierde en descripciones innecesarias y en repeticiones que desmerecen muchísimo su narrativa. De hecho, ¡hay párrafos enormes! Algunos llegan a ocupar casi una página entera (y no exagero).
También fastidia que el libro tenga muy poco diálogo y que la personalidad y evolución de los personajes las conozcamos porque nos las dice Brooks en sus parrafadas, no porque nos las muestre con acciones. Por otro lado, las descripciones son densas cuando se refiere al entorno o narrar un viaje, pero no en cuanto a descripción de personajes. Todo esto son puntos que, en lo personal, merman mucho el disfrute de la lectura.
Continuidad
Algo que me gusta especialmente de Las Crónicas de Shannara es que, aunque hay un orden lógico dentro de la saga, los libros son totalmente independientes y tienen distintos protagonistas (siempre algún heredero de Jerle Shannara). Al menos así sucede con la primera trilogía titulada Trilogía Original de Shannara, la cual está compuesta por La espada de Shannara, Las piedras élficas de Shannara y La canción de Shannara. Por ello mismo, todas las tramas de La espada de Shannara se cierran al final de la novela. También recalco que se puede leer directamente el segundo o tercer libro sin haber leído el primero y que, en Las piedras élficas de Shannara, Brooks corrigió algunos de los errores que cometió con La espada de Shannara: se aleja mucho más del prototipo Tolkien, tenemos personajes femeninos fuertes y es donde donde su obra empieza a definir un estilo propio.
Como curiosidad, añadir que los responsables de la serie de TV titulada Las Crónicas de Shannara decidieron adaptar directamente el segundo libro; aunque la adaptación es bastante libre y de hecho tuvieron que inventar tramas de cara a su segunda temporada (aunque también incluyeron elementos del primer y tercer libro), ya que optaron por seguir con los mismos personajes en vez de hacer una cronología fiel a la saga (por otro lado, comprensible).
Edición
En esta otra entrada os hablé de las ediciones que ha habido de la saga de Shannara en español, pero ahora quiero destacar especialmente la que Oz Editorial ha hecho para La espada de Shannara: con esa portada en verde, la espada en medio y el castillo al fondo. La portada casa perfectamente con el libro y he de reconocer que es la que más me gusta de las portadas que Oz Editorial ha hecho para la saga. Las de los siguientes libros, a excepción de Los herederos de Shannara y La reina elfa de Shannara, están hechas con imágenes extraídas de la serie de TV.
Quizás, por encontrar una pega, podría decir que he sentido la falta de un mapa. Por suerte, en el segundo libro (Las piedras élficas de Shannara) hay uno y he podido ir consultándolo sin necesidad de buscar en internet. Quizás estaría bien que la editorial introdujese el mapa en futuras ediciones.
La espada de Shannara es una aventura de fantasía épica totalmente clásica. Tiene una narración mal estructurada que enturbia bastante la lectura, pues la vuelve lenta y algo atropellada en ocasiones. Desde luego, no es un libro que recomendaría a alguien que no fuera un gran seguidor del género. A destacar que todas las tramas dela novela se cierran al final, ya que, aunque consiste en el inicio de una extensa saga, los libros de Shannara se pueden leer de forma independiente. Una edición muy lograda y una portada que me encanta. A pesar de sus defectos, La espada de Shannara es una aventura excitante para todo aquel explorador que disfrute con una aventura de fantasía épica.