Icono del sitio El Explorador de Mundos

[RESEÑA] Harry Potter y la cámara secreta, de J.K. Rowling

Harry Potter y la cámara secreta es la segunda parte de la serie de libros del mago más famoso de las últimas dos décadas. Escrito por la británica J.K. Rowling, Harry Potter y la piedra filosofal fue toda una sorpresa para los niños, que descubrimos un Mundo Mágico, y nuestros padres, que por fin nos veían coger un libro. Por lo que no es de extrañar la buena acogida que tuvo La cámara secreta. Sin embargo, el segundo no es una de las novelas de Harry Potter que más pasiones despierta entre sus seguidores. ¿Por qué? ¿Está a la altura de las expectativas?  


Ficha

Título: La cámara secreta
Harry Potter // Libro 2
Autora: J.K. Rowling
Editorial: Salamandra
Nº de páginas: 286
Año de publicación: 1998
Género: Fantasía/Aventuras

Comprar:

Tapa dura (16€)
De bolsillo (8’50€)
Ilustrado (32€)
Ebook (8’99€)

Saga Harry Potter

Harry Potter y la piedra filosofal
Harry Potter y la cámara secreta
Harry Potter y el prisionero de Azkaban
Harry Potter y el cáliz de fuego
Harry Potter y la Orden del Fénix
Harry Potter y el misterio del príncipe
Harry Potter y las Reliquias de la Muerte

Otras reseñas del Mundo Mágico

Animales fantásticos y dónde encontrarlos
Los crímenes de Grindelwald (Animales fantásticos #2)
Historias breves de Hogwarts
Harry Potter y el legado maldito

Un complot en Hogwarts

Harry lleva todo el verano sin recibir noticias de sus amigos, Ron y Hemione, ni de ninguna persona del Mundo Mágico. Parece que todos se han olvidado hasta de su cumpleaños cuando Dobby, un elfo doméstico, se presenta en su dormitorio para advertirle que este año no debe asistir a Hogwarts, debido a un complot que se cierne sobre la escuela. Dobby, dispuesto a que Harry prometa no ir, provoca un altercado que acaba con un pastel que explota ante los invitados muggles de tío Vernon y una lechuza con un aviso del Ministerio de Magia. No obstante, su amigo Ron Wesley, va a rescatarlo en un coche volador, con el que más tarde los dos acaban yendo a Hogwarts al perder el tren.

Pero, una vez en la escuela, Harry, Ron y Hermione encuentran un mensaje escrito con sangre junto a la gata del celador Filch petrificada. El mensaje dice «La cámara de los secretos ha sido abierta. Temed, enemigos del heredero». De modo que los tres amigos tratarán de descubrir la identidad del auténtico heredero de Salazar Slytherin (uno de los co-fundadores de Hogwarts). Ya que, cuenta la leyenda, la cámara fue construida por Slytherin para asegurarse de que la enseñanza de la magia se limitaría a los magos de sangre limpia.

Por eso, los alumnos nacidos de muggles (vulgarmente denominados «sangre sucia») están en peligro, ya que en la cámara secreta se oculta un monstruo que solo el heredero puede controlar. Y Hermione resulta ser una «sangre sucia».

Harry Potter y la cámara secreta es una aventura tan divertida como Harry Potter y la piedra filosofal, con sus dosis de magia, las clases y hechizos y criaturas fantásticas. Pero la trama es más oscura, y Rowling aprovecha esto para presentar los prejuicios del Mundo Mágico mediante la discriminación hacia los nacidos de muggles, e introduce la esclavitud con los elfos domésticos. De modo que, ¿está a la altura de las expectativas? Diría que sí, aunque quizás le falte el impacto del primer libro, donde todo era novedad. No obstante, aquí se inicia el crecimiento de la historia y el libro es más de lo que parece.

Las dudas de Harry

El Sombrero Seleccionador envió a Harry a Gryffindor, a petición del joven, en el primer libro. Sin embargo, el sombrero insistió en que Slytherin habría sido una buena casa para él. Y Harry se acuerda de ello cuando descubre que puede hablar pársel, la lengua de las serpientes. La cuestión es que Salazar Slytherin era famoso por hablar pársel y por eso el símbolo de su casa es una serpiente. Esta habilidad y el hecho de que Lord Voldemort fuera de Slytherin, son algunas de las similitudes que Harry encuentra entre ellos dos. Y uno de los mayores temores de Harry es volverse como él.

Si algo consigue Rowling en este segundo volumen es que su protagonista dude hasta de su cordura, ya que hay una voz que solo él puede oír, y esta es la que le indica dónde se van a producir los ataques. Si en el primer libro Harry despertaba cuchicheos por ser «el niño que vivió», aquí le tocará ser el sospechoso de abrir la cámara de los secretos. En esta ocasión, su fama se vuelve en su contra, y es la primera vez que se siente discriminado por sus compañeros.

Gracias a ello Rowling nos muestra a un Harry imperfecto, nos indica cuales son sus temores y lo vemos actuar en consecuencia. En ese sentido, el personaje adquiere más profundidad aquí que en el primer libro, y los sucesos de este, adquirirán más importancia en el futuro, conforme vayamos descubriendo los secretos que Rowling nos va dejando en cada tomo.

Los «sangre sucia»

Y aunque seguimos hablando de un libro infantil, otra trama importante que introduce Rowling aquí es la de la pureza de la sangre. Los Malfoy, la familia del principal rival de Harry en Hogwarts, son célebres por tener un linaje de sangre limpia, y eso los hace creerse superiores. En la actualidad de los libros, las leyes no van en contra de los nacidos de muggles; pero sigue habiendo prejuicios por ello. La pureza de la sangre es algo que defendían el mismísimo Voldemort y sus seguidores.

Y me gusta que la autora, para introducir esta trama, haya puesto en peligro a uno de los tres personajes principales de su saga: Hemione. Ella es nacida de muggles y eso la convierte en una de las posibles víctimas del heredero de Slytherin. Y Hermione, a pesar de ello, no se escandaliza cuando la llaman «sangre sucia». En la adaptación cinematográfica, la vemos llorar por ello; pero no ocurre así en el libro. El hecho de que Rowling haga que nos preocupemos por ella es un punto a favor para La cámara secreta.

Dobby, el elfo doméstico

Como cabría esperar, este segundo libro de Harry Potter trae nuevos personajes. Tenemos al padre de Draco (el señor Lucius Malfoy) y un nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras (Gilderoy Lockhart, famoso por sus auto-biografías). Pero sin duda, el más carismático de ellos, es elfo Dobby. Los elfos domésticos están destinados a servir a una familia para siempre, y solo pueden ser liberados si sus amos le regalan una prenda. En tiempos de Lord Voldemort, los elfos eran duramente castigados. Por eso Dobby admira tanto a Harry y trata de salvar su vida a como dé lugar, a pesar de que esto le causa algunos problemas al joven.

Este es otro tema turbio que se presenta en este libro: la esclavitud. No todas las familias ricas tienen elfos domésticos, y algunas son con ellos más duras que otras. Ser un esclavo es lo que nos hace sentir empatía por Dobby, y no es difícil encariñarse con él. Es un personaje entrañable que anhela la libertad, y que además resulta la mar de divertido, a pesar de su condición. También se profundizará más en el tema de la esclavitud en los siguientes libros.

La adaptación

Tanto la primera como la segunda película de la franquicia están dirigidas por Chris Columbus (también director de la primera adaptación de Percy Jackson). No está de más mencionar que las dos resultan adaptaciones muy fieles a los libros y recrean maravillosamente el mundo descrito por J.K. Rowling. A destacar el vestuario, los escenarios y la caracterización de los personajes. Todo esto muy bien logrado y las películas son una buena introducción al Mundo Mágico.

Lo malo de las dos películas es, sin duda, el ritmo. Precisamente por la fidelidad con respecto a las novelas, resultan cintas algo lentas e introductorias. Menos dinámicas y, como los libros, más infantiles que el resto.

La banda sonora compuesta por John Williams es maravillosa, mágica y casa perfectamente con la cinta (tanto en la primera como en la segunda). El tema principal de la saga es ya todo un icono y dudo mucho que exista una sola persona en el mundo que no sea capaz de reconocerlo. Quizás sea en el apartado de las actuaciones de los más jóvenes donde las dos películas flojeen más.

Con respecto al elenco de secundarios, nada negativo que decir: magníficas estrellas; desde el fantástico Alan Rickman como Severus Snape (que en paz descanse) a la singular Maggie Smith como Minerva McGonagall (para mí, el personaje mejor caracterizado e interpretado de la franquicia).

 

La cámara secreta es una digna continuación de La piedra filosofal siendo, en mi opinión, un libro más redondo, mejor redactado y definido. Aunque le falta cierto impacto. Al ser solo el segundo de siete, la autora introduce diversas cosas para desarrollar más adelante y, a pesar de ser un buen método, dejan a este libro un poco más «cojo» que el resto. No obstante, es una obra con un trasfondo social maravillosamente tratado y con infinidad de valores que tanto niños como adultos deberíamos tener en cuenta. Y no se limita a ser una mera continuación, siendo más oscuro y dotando de más complejidad la historia. Además, una vez leída la saga al completo, La cámara secreta adquiere más valor.

Comprar:

Tapa dura (16€)
De bolsillo (8’50€)
Ilustrado (32€)
Ebook (8’99€)

Salir de la versión móvil