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[RESEÑA] El bestiario de Axlin (Guardianes de la Ciudadela #1), de Laura Gallego

Guardianes de la Ciudadela, la nueva trilogía de Laura Gallego, ha dado mucho de qué hablar este último año, y lo que aún nos queda. No es para menos si tenemos en cuenta que la autora valenciana no había escrito más sagas de fantasía desde la aclamada Memorias de Idhún. Generando cada vez más expectación, Laura y su equipo de redes fueron compartiendo poco a poco diversos detalles sobre El bestiario de Axlin, primer título de Guardianes de la Ciudadela, hasta el día de la publicación. Las apuestas estaban cada vez más altas y así llegó el 5 de abril, salió el libro a la venta y todos comenzamos a leerlo. ¿Qué ha pasado, entonces? ¿Se han cumplido las expectativas?

Ficha

Título: El bestiario de Axlin
Guardianes de la Ciudadela // Libro 1
Autora: Laura Gallego
Editorial: Montena
Nº de páginas: 512
Año de publicación: 2018
Género: Fantasía/Aventuras

Comprar: Tapa dura (16’95€) / Ebook (8’99€)


El viaje de Axlin

Axlin es una joven que fue atacada por un nudoso a los cuatro años y desde entonces padece cojera en una pierna, un gran inconveniente en el mundo lleno de monstruos en el que vive, del cual no protege a sus habitantes la empalizada que rodea cada enclave del camino. Axlin se convertirá en la escriba de su aldea al ser la única persona viva que sabe leer y escribir, y pronto se encamina en un peligroso viaje de enclave en enclave, siempre acompañada por los buhoneros (que mantienen la comunicación y el comercio entre las aldeas), recopilando información sobre los monstruos con la que ir rellenando su cuaderno. En sus aventuras, oye hablar de un lugar seguro, cuyas murallas protegen a sus habitantes de los monstruos que acechan el mundo: la misteriosa Ciudadela. Por lo que más pronto que tarde tomará la decisión de viajar hasta allí y de camino conocerá a Xein, un misterioso muchacho de ojos dorados.

En esta nueva aventura Laura Gallego nos invita a viajar junto a Axlin de aldea en aldea conociendo las distintas clases de monstruos que acechan este mundo. Una narración ligera y sencilla como se caracteriza el estilo de la autora, con unas descripciones bastante discretas (incluso demasiado) y una acción repartida que no llega a ser épica pero le sienta bien al libro. Con un final correcto, sin destacar demasiado y cerrando un ciclo tanto en la vida de Axlin como en la de Xein.

Un cambio brusco

Durante el primer setenta por ciento del libro somos acompañados únicamente desde el punto de vista de Axlin. No obstante, el treinta por ciento restante se caracteriza por centrarse casi por completo en Xein, teniendo Axlin, si acaso, tres capítulos a estas alturas del libro. Me resultó un cambio brusco y algo desconcertante en un principio, especialmente porque la trama que envuelve al joven de ojos dorados funciona como contrapunto de la protagonizada por Axlin, llegando a dar la sensación de estar leyendo dos volúmenes distintos. Se entiende, no obstante, ya que la historia lo exigía así, pues realmente se siente un crecimiento y una evolución en su argumento; especialmente, en lo que a rebelar el secreto de Xein se refiere, pues no habría tenido demasiado sentido rebelarlo antes de aprender todo lo que aprendemos junto a Axlin sobre los monstruos.

Precisamente por este motivo no quiero dar mucho detalle de la trama de Xein, para evitar haceros spoilers. Pero sí puedo decir que uno de los motivos por los que se siente como contrapunto de la historia de Axlin es que el viaje termina de forma abrupta, ya que el joven de ojos dorados se asienta un un sitio muy concreto y su arco argumental vuelve todavía más cruel este mundo, haciendo que (a mi modo de ver) el libro pase de ser una lectura juvenil, a catalogarse como young adult.

La sociedad de los enclaves

Algo que me ha llamado especialmente la atención de este libro es que, a pesar de encontrarnos en un mundo cruel y violento, en lugar de ser testigos del lado más oscuro de la raza humana, vemos a las personas colaborar entre sí; todos a una, en busca de la supervivencia colectiva. Un ejemplo de ello es el modo en el que se estructuran los enclaves: una casa en el centro para los menores, rodeados de las viviendas de los adultos. Las madres, al nacer sus hijos, los envían a la casa central para no saber qué menor de la aldea ha salido de sus entrañas; de ese modo, los niños pasan a ser hijos de la aldea y todos sus habitantes los tratan por igual, pues para cada aldeano, cada menor es hijo suyo. También me ha llamado la atención el modo en el que se trata la elección de pareja y el deber de hombres y mujeres de procurar traer una nueva generación al mundo pues, especialmente en las aldeas del oeste (de donde proviene Axlin), los habitantes escasean y cada vez son más enclaves los que no logran defenderse de los monstruos… y son aniquilados.

No es hasta una etapa ya madura del viaje en el que Axlin se sorprende con ciertas acciones desagradables de los personajes con los que se topa. Desde la capacidad para mentir, robar o aprovecharse del más débil, hasta la soberbia y el clasismo. También destaco que, a lo largo del viaje de la joven, esta descubre la existencia de la moneda. En las tierras de las que proviene (menos desarrolladas que las más cercanas a la Ciudadela) la simple idea de malgastar metal en hacer algo tan inútil como las monedas escandalizaría a cualquiera, pues el comercio se limita al intercambio que los buhoneros mantienen.

Axlin y los monstruos

No tenemos una cultura demasiado definida en esta novela, ya que la sociedad se limita casi por completo a sobrevivir a los monstruos. Por eso, la idea de que Axlin invierta su tiempo en aprender a leer y escribir y a recopilar toda la información disponible sobre los monstruos en un viejo cuaderno, resulta desconcertante para los habitantes de su enclave. No es de extrañar, entonces, que nadie comprenda su decisión de partir de viaje en busca de más información en vez de quedarse en su aldea, casarse con Tux y traer una nueva vida al mundo. Con su nueva protagonista, Laura Gallego nos incita a luchar por nuestros sueños, y determinar si estamos dispuestos a renunciar a las facilidades con tal de cumplirlos. Axlin se caracteriza por ser un personaje tenaz y muy curioso, con un fuerte sentido de la lealtad y amante del conocimiento.

Los monstruos son diversos y muy variados durante todo el libro, con nombres muy característicos (como piesmojados, galopantes, dedoslargos, pellejudos…,) y muy imaginativos. No obstante, he sentido falta de descripción. Se nos dan algunos detalles de la mayoría, pero me queda la sensación de que Laura no ha hecho más que darnos un bosquejo de los monstruos. Me habría gustado más profundidad en las descripciones, tanto de las criaturas como de los entornos y los personajes. La descripción ha resultado ser el punto más flojo de la novela, y algunas escenas de acción también las he sentido poco inspiradas.

Semejanzas con otros libros de la autora

En esta novela, más que en cualquier otra, he sentido más semejanzas con otros títulos de Laura Gallego. En El bestiario de Axlin tenemos un viaje por etapas y con una marcada evolución al estilo del de La Emperatriz de los Etéreos. Tenemos también un aprendizaje en la protagonista al estilo del de Viana de Donde los árboles cantan, tenemos una sociedad que evoluciona en función de un único elemento fantástico como ya sucede en El Libro de los Portales y parte de la locura que se aprecia en El coleccionista de relojes extraordinarios y OMNIA, todo lo que puedas soñar. Sin embargo, estas semejanzas más que ensombrecer la lectura, resultan divertidas de apreciar para aquellos que llevamos años siguiendo cada libro que escribe la autora; especialmente porque, a pesar de ellas, El bestiario de Axlin se siente fresca dentro de la colección de Laura Gallego.

Un interesante inicio de la nueva trilogía fantástica de Laura Gallego. Un viaje repleto de peligros y monstruos, donde descubrimos que el ser humano es capaz de trabajar en equipo y colaborar por un devenir mejor, en vez de limitarse al robo, a la mentira o a asaltar a los más débiles como suele ocurrir en la mayoría de historias sucedidas en mundos tan crueles como este. Evidentemente encontramos ejemplos del lado más vil de nuestra raza, pero no son ejemplos predominantes (al menos en este primer libro). Quizás se podría haber profundizado más en la descripción tanto de personajes, como de entornos y en lo referente a la apariencia de los monstruos, también la historia sufre un cambio brusco y desconcertante en el último tercio. Pero no cabe duda de que Guardianes de la Ciudadela es Laura Gallego en estado puro y nos deja con ganas de que Montena lance pronto el segundo volumen, antes de que los monstruos traspasen la empalizada de nuestro enclave y sea ya demasiado tarde para leerlo.

Comprar: Tapa dura (16’95€) / Ebook (8’99€)

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