Animales fantásticos y dónde encontrarlos es la primera película de la nueva saga cinematográfica del universo de Harry Potter. El Mundo Mágico se expande transportándonos a Nueva York en una historia totalmente nueva. Lo más peculiar es que esta vez no tenemos libros previos, y del guión se encarga la mismísima J.K. Rowling que confiesa escribir esta saga para los potterheads. Y es que Animales fantásticos es un producto perfecto para saciar a los millones de fans que se ha ganado el Mundo Mágico a lo largo de más de dos décadas. No es de extrañar que la película ya se haya convertido en el mayor éxito del año en taquilla.

La he visto por Harry, pero la seguiré por Newt

Antes de dar pie a mi reseña, exploradores, la cual ya aviso de que NO contendrá SPOILERS, he de confesar que yo siempre fui un fan incondicional de la saga del joven mago con gafas redondas. No solo crecí viviendo mil aventuras en Hogwarts, también conocí a mis mejores amigos por Harry Potter y empecé tanto a leer como a escribir por esta saga.

No es de extrañar que la franquicia Harry Potter guarde un lugar especial en mi memoria y no pude más que sentir emoción (y a la vez temor) al enterarme de que J.K. Rowling estaba preparando una nueva saga. Si bien me habría estimado más disponer de una serie de libros, también es cierto que la experiencia de asistir al estreno de una película del Mundo Mágico, sin un conocimiento previo de los sucesos, es algo que no tiene precio. Fui a ver la película por ser fan de Harry Potter, pero tanto Newt Scamander como los nuevos personajes se han ganado mi cariño de una forma que no esperaba.

¡Atrápalos a todos!

El magizoólogo Newt Scamander (Eddie Redmayne) viaja por el mundo recopilando la más variopinta variedad de criaturas extraordinarias, que guarda en una maleta mágica. Cuando llega a Nueva York y se topa por casualidad con Jacob Kowalski (Dan Floger), un muggle, ambos confunden sus respectivas maletas, lo cual provoca que los animales fantásticos de la colección de Newt escapen y provoquen revuelo en la ciudad. De modo que tanto el mago británico como el muggle se embarcarán en una aventura para tratar de capturar de nuevo a los animales, antes de que el MACUSA (Mágico Congreso de los Estados Unidos) se percate de la situación. Al mismo tiempo, una especie de fuerza oscura está provocando estragos en Nueva York. Una fuerza más peligrosa que los animales fantásticos y que podría exponer el Mundo Mágico a ojos de los muggles.

Animales fantásticos y dónde encontrarlos es la película ideal para los fans de Harry Potter: una historia que funciona a la perfección por sí misma y, a la vez, se siente parte de la franquicia del Mundo Mágico. La cinta en sí maneja dos tramas que se intercalan. Por un lado, la búsqueda de las criaturas mágicas y, por el otro, los auténticos altercados en Nueva York, que sirve como el contrapunto oscuro y serio. Esta trama, además, abre un millón de posibilidades de cara a futuras entregas de la saga.

Un sólido y divertido argumento

Si bien es cierto que considero que la película tarda un poco en arrancar, y que durante la primera media hora tenía la sensación de que no me iba a cautivar como quería que hiciese, todo eso cambia en el instante en el que vemos por primera vez el interior de la maleta de Newt Scamander. A raíz de ese instante es en el que empezamos a comprender con más profundidad al personaje y convierte, lo que en un principio iba pareciendo una historia del montón, en un espectáculo cargado de frescura y mucho corazón. El argumento de la cinta se sostiene por sí solo desvinculándose maravillosamente de Harry Potter y creando su propio enfoque. Además, se agradecen sobre manera las referencias a Hogwarts, así como la mención de algunos personajes icónicos o apellidos que rápidamente captan la atención de cualquier fan de las novelas.

Mención especial al apartado cómico, tan característico de los libros y tan simplificado en las adaptaciones. En Animales fantásticos y dónde encontrarlos los fans nos encontramos con secuencias y situaciones que nos hacen reír a carcajadas ayudando a suavizar la tensión que ya se palpa desde ese confuso prólogo. Pues cabe decir que Rowling ha sabido rescatar y encajar con eficacia ese aire político que caracterizó a la novela Harry Potter y la Orden del Fénix, creando un sistema que rápidamente contrasta con el conocido Ministerio de Magia.

Los personajes, lo mejor de la cinta

Lo que más me gustó de la película fue, sin duda alguna, sus personajes; algo que no me esperaba en absoluto. Conforme pasan los minutos de metraje, las singulares personalidades de Newt Scamander, Jacob Kowalski y la encantadora Queenie, la legeremante, hacen que uno no pueda evitar encariñarse rápidamente con ellos. Quizá Tina, la auror, es la que menos destaca y en mi opinión queda eclipsada por el resto. También me gustó especialmente la presencia del romance, algo que jamás se exploró demasiado en la saga anterior, en esta película se ha llevado de una forma divertida y enternecedora ganándose por completo las sonrisas bobaliconas de todos los espectadores. Para nada cargante y con su punto justo de drama. Gracias a este añadido, uno termina de ver la película con una sonrisilla en los labios.

Las dinámicas resultan interesantes y rápidamente empecé a sentir que quería formar parte de este grupo. Entrar en la maleta de Newt, ir a casa de Tina y Queenie o tomarme un par de copas de la risa con Jacob son ya experiencias inolvidables que se suman a aquellas mágicas clases en Hogwarts. También hay otros personajes la mar de interesantes a lo largo de la película, pero voy a evitar hablaros de ellos porque, cuantos menos detalles tengáis al respecto, mejor.

Las criaturas son realmente fantásticas

La búsqueda de los animales escapados de la maleta de Scamander ha sido mi parte favorita de la película. En primer lugar porque es en esta parte donde se encuentran las mejores secuencias humorísticas; entre ellas, lo sucedido con el erumpent. Ver a Newt, un personaje tímido y al que le cuesta mirar a los ojos de su interlocutor, interactuar con estas simpáticas criaturas ha sido la mar de enternecedor: vemos a una persona diferente, un hombre más seguro de sí mismo, con una emoción mal contenida y esa sonrisa de lado a lado. Toda la parte de la hembra de erumpent en celo, tanto el precioso momento en el que Newt trata de llamar su atención (acompañado de una bonita melodía) como la divertida persecución de Jacob son, para mí, lo mejorcito.

Pero no solo el erumpent merece una mención especial. El escarbato, que se parece a una especie de ornitorrinco, es una criatura que me arrancó un puñado de buenas risas y todas y cada una de las secuencias en las que aparece se come la cámara. Ese bolsillo en la barriga que parece el bolsito de cuentas de Hermione y en el cual va guardando cualquier joya, moneda o cosa brillante que se encuentra por el camino, nos regala dos de los momentos más divertidos de la cinta. También me gustó especialmente el bowtrukle, ese diminuto animal con trastorno de dependencia semejante a una especie de insecto palo. Sin olvidarnos tampoco del demiguise, con la capacidad de volverse invisible y esos grandes ojos redondos, o el occamy y su afición por las cucarachas.

Decorados, ambientación, música…

Si algo ya nos rebelaba el tráiler de la película son esos decorados repletos de la esencia de Harry Potter, pero bien adaptados al Nueva York de los años veinte. Ese vestuario característico de los personajes (gracias al cual la película ganó un Óscar), muy acordes con sus personalidades, sumado al colorido de las criaturas fantásticas, son un cóctel de imágenes que embellecen sobre manera el metraje.

También la música es acertada y ayuda a transmitir la magia de la historia, con notas que rápidamente recuerdan a Harry Potter, y acompañando de forma notable en algunas secuencias (a destacar otra vez el momento del interior de la maleta y la escena del erumpent). Sin embargo, no es una banda sonora que vaya a quedar grabada en mi memoria. Espero que en el resto de películas este tema se solvente; no obstante, de momento, la música de esta nueva saga carece de matices propios e identificativos (más allá de lo que recuerda a Harry Potter). No resultan melodías pegadizas que uno va tarareando al salir del cine. Pero funciona correctamente destacando en algún que otro punto, aunque esto se deba más bien al complemento con la imagen en cuestión que a la música en sí.

Película imprescindible para los fanáticos de Harry Potter que además puede ganarse un buen número de nuevos seguidores que jamás hayan asistido a Hogwarts, precisamente por tener un argumento sólido que no necesita beber de la saga de novelas. Los personajes y las criaturas fantásticas son el corazón de la película y, a la vez, lo que más me ha gustado. Contiene escenas enternecedoras y momentos que te arrancan carcajadas. Una trama oscura que propone cosas interesante para futuras entregas. Trepidante, divertida y mágica; así es la película que millones de fans estábamos esperando.