Rosa marchita es mi segunda aportación a la Antología Genderless, y es que he de reconocer que me gusta esto de escribir sobre personajes de los cuales no rebelo el sexo determinado, de forma que el lector pueda escoger si son hombres o mujeres. En esta ocasión traigo a un personaje que le está confesando sus dudas al amor de su vida…
«No eres tú. No del todo al menos, falta reconstruir tu memoria como si fuera un libro por escribir.»
©Jonathan Naharro
Diseño de portada y corrección: Jonathan Naharro
Tipo: microrrelato
Escrito en: agosto de 2018
Imagen sacada de Pixabay
No eres tú. No del todo al menos, falta reconstruir tu memoria como si fuera un libro por escribir. Por tanto, aunque me miras, no me ves de la forma que espero; y lo confieso, lo que espero no es poco. Pero es nuestra maldición: siempre habrá una de las dos partes condenada a deducir el significado de cada destello en una simple mirada, o desentrañar los misterios que esconde un falso «estoy bien». Pero tú y yo alargamos amaneceres y puestas de sol, dimos color a las mariposas y por nuestra causa las flores aprendieron a cantar. Levantamos castillos y protegimos a sus habitantes. Las bestias nos temían, el pueblo nos amaba. Y lo más importante era que nos teníamos, y solo una cosa podía separarnos: la rosa marchita.
Y llegó, ¡tantas veces llegó! Pero nos buscamos y nos juramos que jamás dejaríamos de encontrarnos, y encontrándonos seguimos. Es un círculo vicioso y hay momentos en los que me sorprendo preguntándome si realmente vale la pena insistir, seguir creyendo que algún día podremos contemplar la luna con tranquilidad. No sé si en el pasado llegué a cosechar las mismas dudas (pues mi memoria tampoco está completa). Pero luego lo pienso dos veces y, no es que me entierre en el ayer, es que me desarmas con esa sonrisa.
Ahora estás a mi lado, aunque no realmente. No recuerdas lo que fuimos y te aferras a mi brazo mientras duermes con intranquilidad. Nos persigue; como siempre, seguimos luchando por nuestras vidas. Nunca sabemos cuándo llegará la rosa marchita ya que hemos tenido historias más cortas que otras. Pero aún no puedo contártelo todo, aunque me mate callármelo; no lo entenderías, del mismo modo que aún no entiendes tu magia. Mas lo harás y cuando lo hagas serás grande, podrás verte como te veo yo. Mientras, debo tener paciencia y quererte en secreto. Quizás hasta dejo que esta vez te reenamores de mí de forma casual.
Porque lo harás, créeme, ya hemos intentado otras veces oponernos a ello; pero siempre volvemos ya que, a fin de cuentas, nadie nos entiende como nos entendemos y a nadie queremos como nos queremos. Por eso sé que vale la pena insistir, tenerte a mi lado y no poder abrazarte, fingir que me importas menos de lo que me importas, esperar una señal en tu mirada para cogerte de la mano. Ya no le tengo miedo a la rosa marchita, porque reescribiremos nuestra historia y podremos vivir toda una vida en un solo amanecer.
Que chulada de relato!! 😍 No sabía que se pudiese repetir jajajjaja ostras ojala pudiésemos publicar la antología sería tan chulo.. A ver si me sale alguna cosilla mas para sefuir haciéndola crecer.
No sé si estas de vacaciones o llevas currando todo el verano como yo, pero tenemos una charlita pediente. Un abrazo fuerte Jon! 😘
Sí, se puede repetir, las veces que queramos. De hecho, yo quiero escribir un relato relato para Genderless (mis dos aportaciones son más bien prosas). Con respecto a publicarla… la idea es hacer el recopilatorio y publicarla en Amazon de forma gratuita.
Por otro lado, he estado trabajando este verano (y de momento trabajando seguiré, por suerte). Y sí, yo ayer estuve apunto de abrirte por face… pero entre una cosa y otra al final no lo hice (por lo que te abriré en cuanto termine de redactar este comentario jejej).